Dormir de día podría proteger el cerebro del envejecimiento
Investigadores descubren que las siestas están asociadas con mayor volumen cerebral y menor riesgo de deterioro neurológico.
Un estudio publicado en la revista Sleep Health revela que quienes tienen una predisposición genética a dormir siestas presentan un volumen cerebral mayor, equivalente al de personas entre 2.6 y 6.5 años más jóvenes. El análisis, basado en datos del UK Biobank, evaluó el ADN y resonancias de más de 378,000 adultos entre 40 y 69 años, y encontró una posible relación causal entre siestas frecuentes y salud cerebral.
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El volumen cerebral es un indicador clave en la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Según el Journal of the American Geriatrics Society, las siestas de 30 a 90 minutos también mejoran la memoria y la función cognitiva en adultos mayores. Sin embargo, siestas más largas o con horarios irregulares pueden asociarse a riesgos cardiovasculares. La práctica moderada de este hábito cultural podría convertirse en un aliado clave contra el deterioro cerebral.